sábado, 27 de septiembre de 2014

Movimientos en la penetracion



Saber moverse durante el acto sexual, concretamente en el coito, es muy importante para conseguir un placer conjunto, que satisfaga a ambos. Podría decirse que es algo parecido al baile que propone Sergio Dalma en su canción más conocida, en la que sólo bailar pegados es bailar, abrazados al compás…
Por lo tanto, lograr una armonía, saber hablar un lenguaje que puede ser dulce, salvaje o incluso ambas cosas a la vez, es una de las claves fundamentales para probar las mieles del éxito entre las sábanas.



¿Pero, cómo aprender a moverse? El instinto de cada cuál, tener una pareja que nos inspire de forma apasionada y la misma experiencia son las mejores maestras, pero siempre pueden seguirse algunas pautas. Básicamente, la idea general es moverse de modo que provoquemos en el otro el efecto deseado y, sobre todo, no permanecer inmóvil.

Bailar al compás

Quedarse inmóvil mientras el otro nos da es recibir sin dar nada, sin participar en el juego sexual, algo que puede desalentar a nuestra pareja y convertir el acto sexual en una especie de monólogo.
En cualquier postura que practiquemos el movimiento será por un lado el que exija o pida la misma posición corporal y por otro la que nosotros deseemos y podamos realizar, resultando una combinación de ambas cosas.
Así, los roles del hombre y de la mujer determinarán la dinámica, variarán en función de la postura y de la imaginación misma de los amantes, lógicamente. Sus cuerpos se moverán de un modo sensual, transmitiendo energía, seducción, deseo, etc., siempre inquietos, realizando movimientos de muchos tipos: amplios (grandes, incluyendo cuando el hombre saca casi todo el pene de la vagina y luego vuelve a entrar), laterales (la mujer mueve la pelvis de izquierda a derecha), verticales (pelvis de arriba a abajo), ondulatorios (movimiento lateral combinado con una penetración lenta), giros, embestidas (el hombre llega hasta el final de la vagina mientras las pelvis se aprietan una contra la otra), golpecitos (la mujer mueve la pelvis y/o las piernas de forma rápida), vibraciones (penetración profunda con un pequeño balanceo) o el movimiento conocido como la danza del vientre, que consiste en el movimiento circular de la pelvis de ella.
El movimiento muscular (la mujer presiona el pene con sus músculos vaginales), de columpio (la mujer pone sus piernas sobre los brazos y él y se balancea en una posición elevada), de pinzas (contracción del músculo vaginal durante largo tiempo, presionando el pene) o de rueda (el hombre sujeta el pene con su mano para realizar movimientos circulares sin tocarse las caderas) son otras posibilidades que podemos combinar en función de nuestros deseos.

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