Una buena sesión erótica a primera hora mejora las defensas y estimula la circulación. Además, previene enfermedades cardíacas y la osteoporosis, y aumenta los niveles de estrógeno y testosterona en mujeres y hombres, respectivamente. Como si fuera poco, ayuda también a quemar calorías.
De todos modos, siempre hay que tener en cuenta que no todas las personas son iguales y no todos tienen buen humor ni bien abren los ojos. Esta es sólo una opción para animarse a variar la rutina.
Después de algunos años la rutina pesa en las parejas consolidadas. Por eso es bueno encontrar un tiempo para relajarse y mantener encendido el deseo. Se puede hacer un stop en algún momento del día y el sexo se transformará en algo más excitante.
Esto es necesario en parejas que llevan algún tiempo juntos. Hay parejas que se han ‘enfriado’ con respecto a su deseo sexual, debido a los típicos casos: la rutina, la llegada de los hijos, la comodidad, y no hacer cosas distintas. Pero no sólo me refiero al terreno sexual. Sucede cuando ya no hay sorpresas ni detalles que entusiasmen la relación: eso enfría mucho, y quita las ganas de compartir.
Un encuentro fugaz al mediodía, logra encender la pasión y excitación, un aperitivo antes de la cena, pequeños momentos que debemos encontrar y sorprender en la pareja, estos nos ayudara a mantener la relación con ganas de más.
¿Qué sucede con las parejas que son menos fogosas? Cuando son así tienen mayores problemas. La vida sexual debe ser satisfactoria y plena, se debe disfrutar. Muchas veces puede haber cierta vergüenza pero no es buena la inhibición porque una de las partes se queda con ganas y eso genera malestar y pérdida del deseo. Lo que mantiene viva la pasión es la curiosidad para que siga ese deseo, no sólo en el terreno de lo sexual. Hay que generar estímulos nuevos en la pareja y situaciones de sorpresa. Cuando hay confianza es más fácil, hay que dejarse llevar, es algo natural.
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